sábado, 11 de octubre de 2014

PRESENTACIÓN DE "VÍA MUERTA"

Presentación de "Vía muerta" 
Puentenuevo (A Pontenova)





Es lógico que sea Puentenuevo, anexión de los municipios de Puentenuevo y Villaodriz, que acabó llamándose Puentenuevo (A Pontenova), el primer lugar de presentación de "Vía muerta" porque es allí donde se inicia el argumento de esta novela y de donde partirá, el florecimiento primero, y después la decadencia de la zona, a causa de la explotación de minas de hierro y a la construcción, en 1903, de un tren minero que transportará el mineral desde este punto (Villaodriz) al cargadero de Porto-Estreito de Ribadeo.

Antiguamente Puentenuevo recibía el nombre de Villameá. Tomó el nombre de Puentenuevo a causa  de un puente (nuevo) que poco a poco fue sustituyendo al nombre original. En 1963 se anexiona con Villaodriz y pasa a llamarse Puentenuevo-Villaodriz. Desde 1984 se llama  Puentenuevo (A Pontenova).

Se encuentra éste en la margen izquierda del bajo curso del río Eo. En la margen derecha se encontraba Villaodriz, donde abrieron las minas de hierro y los hornos de calcinación a principios del s. XX Su auge daría lugar al florecimiento de la comarca a la que sirvió de cohesionador social y económico, y en Villaodriz representaría el paso de una economía rural a otra mixta campesino-minera.

La zona tiene una singular historia, la cual girará en torno  al auge de la minería hasta su decadencia total sobre 1930, aunque el tren sobrevivirá, agónico, hasta los años sesenta. El tren, el río, el devenir histórico y social de la zona, constituyen el andamiaje de esta novela cuyos personajes se mueven en diferentes clases sociales, se relacionan entre sí, en su día a día, con encuentros y desencuentros, dramas y celebraciones, que los conducirán hacia destinos dispares y también comunes. Gentes corrientes en un entorno espléndido, de una belleza única, en los límites entre Lugo y Asturias, cuya "frontera" no es más que un asunto administrativo.

Son los pueblos de Riotorto, Puentenuevo (antiguos Villameá y Villaodriz), Taramundi, San Tirso de Abres, Vegadeo, Ribadeo y alguna pincelada dedicada a Castropol y a Figueras, los lugares emblemáticos de los aconteceres. Además trascenderá al Protectorado de Marruecos y a Cuba, a causa de los avatares históricos y la forzosa adaptación de los protagonistas a la historia y a sus propias circunstancias y a las tragedias personales a las que se suman las de la época. Se desarrolla entre 1833 y 1933.

Con esta novela intento poner de relieve la lucha de unas gentes, dos y tres generaciones atrás, que han sido los pilares de nuestra actual situación. Y, por supuesto, es un homenaje personal a mi tierra, la mítica Tierra de Miranda, regada por la baja cuenca del Eo.

Aurora García Rivas.

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